Aunque los niños lo veamos jugando o quizá corriendo de un lado a otro durante el servicio funerario de nuestro ser querido, eso no significa que no comprende lo que ha pasado, según la edad que el pequeño tenga, lo asimilará, pero si no se lo explicamos de manera sencilla y sin caer en las exageraciones o fantasías acerca de la persona que falleció, ellos quedarán confundidos porque se han dado cuenta de que esa persona ya no está.

Lo mejor es sentarnos a su nivel y explicarles, que esa persona ya estaba muy enferma, si ese es el caso, y que su cuerpo no pudo resistir y falleció, no va a regresar, no vendrá a visitarlo y tampoco lo cuidará en forma de ser celestial.

Parece muy brutal esta explicación para ellos, pero es lo mejor que podemos hacer siguiendo con el acompañamiento para responder las preguntas del pequeño. Así procesará su duelo de manera saludable. Recuerda, según la edad del niño, es la explicación real que le compartirás.